DAÑOS COLATERALES.
Bajo el influjo de la borrasca Filomena el grupo de acuarelistas Nieblastur, por aquello de exorcizar sus efectos, no recurrieron a la Pizarra de Villayón, si no que echando mano de sus propios conjuros, al café despejalotodo de la Villa le añadieron varios litros de caldo calentino capaz de reanimar a cualquiera junto con un piscolabis de buen queso manchego y chocolate degustado frente a la Ría mientras Filomena gruñía y enviaba granizos y ventoleras.
Enrique Mijares, Rosa Rubio, Eusebio Llorca, José Miguel Beneyto y Ángel Suárez, resistieron lo que se pudo (más o menos lo que duró el caldo) pero pintaron una vez más esta maravilla que es la Ría de Villaviciosa, donde nada se estaba quieto ofreciendo un paisaje distinto cada diez segundos.
Pónganse los gorros de lana, pasen, y vean
Acuarela de Eusebio Llorca.